©Lorena Darquea

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Casa PAtch

No botar nada. Esa fue la primera premisa de la propietaria para su nueva casa en  Guayllabamba. El Patchwork, además de su trabajo, es su filosofía de vida; de modo que busca reciclar todo lo que puede. La segunda condición es que la casa debe resolverse en un solo nivel, por motivos de comodidad para ella y su madre, que será su próxima vecina a pocos metros de su casa.

Estas dos condiciones establecen la línea de diseño de proyecto. Todos los recursos y decisiones posteriores parten de no deshacerse de nada y aprovechar lo que se tiene.

En primer lugar, la búsqueda de un solo nivel conlleva a un desalojo de tierra considerable. La tierra amontonada entonces, se convierte en la estructura y mampostería del proyecto.  Por otra parte, casi la totalidad de la ventanería y mobiliario interior se recicla de la casa antigua de la propietaria. Todo se reusa en el nuevo proyecto a manera de parche: varios elementos -que aparentemente no pueden acoplarse a la propuesta o no tienen más vida útil- se unen a través de diferentes sistemas. Las ventanas se juntan entre si y se adaptan a las columnas de madera y paredes de tierra, puertas restauradas cuelgan de soleras de hormigón, muebles repintados y rehabilitados cambian y se adaptan a nuevos espacios y algunas rejas viejas forman parte del nuevo jardín exterior.