Construcción casa endémica
El proyecto se resuelve en tres niveles, en donde los espacios se distribuyen alrededor de un núcleo amplio de escaleras que funcionan como recorrido que conduce hacia la vista al mar en el nivel más alto, y como eje del desempeño bioclimático del proyecto, a través del efecto chimenea que permite la circulación de aire caliente. La planta baja se divide entre las áreas sociales y un cuarto de visitas que evita las escaleras, para comodidad de personas de tercera edad. En planta alta se disponen dos habitaciones diferenciadas por un desnivel de media altura y un baño.El desnivel permite una relación indirecta entre el dormitorio principal y el cuarto de juegos para el niño, con la posibilidad de cerrarse como una habitación individual, cuando las necesidades de privacidad cambien. En la tercera planta se dispone un pequeño estudio/mirador, un espacio que se eleva por encima de las construcciones vecinas y se abre en fachada hacia la costa, enmarcando la vista de la caída del sol al atardecer.
Hacia el interior la mayor parte de mobiliarios, paredes y divisiones se resuelven con caña o con cedrela, un tipo de árbol maderable propio de las Islas Galápagos. De la misma forma, los detalles externos de balcones, terrazas y celosías se resuelven con cedrela y caña en distintas formas. Por otra parte, el agua de la casa se calienta a través de paneles solares, mientras aguas grises se tratan a través de un sistema de purificación con plantas, que deja agua de riego para las áreas verdes. Por motivos de restricciones de importación de materiales, las cubiertas y sus aislamientos correspondientes se resuelven con elementos industriales.
Es importante mencionar que, a pesar de la disponibilidad de materiales locales y las condiciones frágiles del ecosistema de Galápagos, la casa endémica es el segundo proyecto construido en caña en San Cristóbal. En las zonas urbanas de las Islas, proliferan las construcciones en metal y hormigón.