laboratorios centrocesal
CENTROCESAL es una empresa de análisis de laboratorio que, tras un crecimiento paulatino durante quince años de trayectoria, necesita de nuevas instalaciones apropiadas para el volumen de empleados y trabajo. La nueva construcción se desarrolla en un terreno en la sección occidental de la ciudad, a 3000 msnm con una vista amplia al norte de Quito. Tiene un área de 715m2 con una pendiente constante que baja alrededor de cinco metros hasta el límite inferior que conserva la vista.
El proyecto se basa en una estrategia central: separar al edificio en dos programas bien diferenciados. Por un lado, están los laboratorios, espacios con equipos de manipulación compleja y sujetos a fuertes restricciones funcionales y técnicas; y, por otro, está la sección administrativa, que contiene los espacios corporativos de CENTROCESAL. A través de esta separación se consigue ordenar y definir límites entre los espacios incongruentes entre sí, se facilitan las decisiones técnicas para laboratorios y área administrativa y se puede planificar el crecimiento del edificio donde sea necesario.
El resultado es un proyecto dividido en dos bloques bien definidos. Ambos se levantan sobre pilotes que dejan un subsuelo en planta libre que aprovecha de la pendiente del terreno y permite la circulación de vehículos. Los bloques se separan y dejan un vacío donde se coloca un jardín alargado, el ingreso y la circulación vertical compartida, para que la ocupación del espacio sea lo más eficiente posible. Ambos bloques se enfrentan entre sí a través de dos fachadas transparentes, de forma que haya una visual permanente de las actividades del laboratorio. Hacia el exterior, el edificio es permeable a la vista y se introduce hacia dentro de los jardines a través de quiebres en las líneas del cerramiento.
El bloque de laboratorios se piensa como una construcción industrial, un galpón de estructura metálica con columnas ubicadas en el perímetro, de modo que se garantiza la flexibilidad en la disposición de equipos y distribución de espacios. El bloque se cierra casi en su totalidad a través de una fachada industrial, pensada para el paso de instalaciones y la protección de los espacios de trabajo de laboratorio. Solo unas ventanas dispuestas verticalmente permiten el ingreso de luz indirecta. La cubierta se remata con una losa plana, de modo que sea posible, eventualmente, la construcción de otro nivel de laboratorios cuando sea necesario.
Por otro lado, el bloque administrativo se resuelve con una estructura de madera laminada en cuatro niveles. Para hacer posible la construcción, se prefabricaron los pórticos de 13 metros de altura en el piso y se dispusieron en orden con grúa. La estructura principal se armó en 10 semanas y se utilizaron acabados construidos en seco: la misma cubierta industrial del bloque de laboratorios, cortinas de vidrio a cada lado y entrepisos resueltos en madera, fibrocemento y otros materiales de armado rápido. El bloque administrativo contiene la entrada principal y la circulación vertical, diseñada también en madera laminada. El edificio se cierra a través de mamparas que siguen la estructura de madera y una cubierta inclinada que baja hasta la fachada sur y deja la apertura hacia la vista a la ciudad.